Intoxicación por Monóxido de Carbono (CO)
La Intoxicación por Monóxido de Carbono (CO), es uno de los avisos que llegan a emergencias más habituales en los meses de invierno. Esta intoxicación sucede cuando el monóxido de carbono se acumula en el torrente sanguíneo, esto causa un gran daño a los tejidos del cuerpo.
El monóxido de carbono es un gas inodoro, insípido e incoloro lo que facilita una intoxicación, este gas se produce debido a la combustión de madera, propano, carbón o gasolina.
Síntomas
Los signos y síntomas más comunes que padecen las personas que tienen una intoxicación por monóxido de carbono son:
- Dolor de cabeza.
- Mareos.
- Falta de aire.
- Náuseas.
- Visión borrosa.
- Pérdida del conocimiento.
- Somnolencia.
La intoxicación por monóxido de carbono es muy peligrosa para las personas que están dormidas, pues pueden no darse cuenta de lo que está sucediendo y agravar la situación.
Factores de riesgo
Esta exposición al monóxido de carbono es perjudicial para todas las personas, pero particularmente puede afectar en mayor medida a los siguientes grupos.
- Bebés no nacidos, los fetos absorben el monóxido de carbono más rápido que los adultos.
- Niños, normalmente respiran con más frecuencia que los adultos, es por ello, que tienen mayor probabilidad de intoxicarse.
- Personas con enfermedades cardíacas crónicas.
Consecuencias
Según el tiempo de exposición al monóxido de carbono y el grado, en función a la cantidad que se encuentra en el airea, la intoxicación por monóxido de carbono puede provocar los siguientes efectos en el ser humano:
- Daños cerebrales.
- Muerte.
- Daño al corazón.
- Muerte fetal, en el caso de un bebé no nacido.
Prevención
Al saber cómo se produce la intoxicación por monóxido de carbono, en muchas ocasiones podemos prevenirlo.
- Instala detectores de monóxido de carbono.
- Abre la puerta del garaje antes de encender el coche.
- Asegúrate de que los electrodomésticos tengan una ventilación adecuada.
Si tienes una chimenea se debe mantener en correcto estado.