Gestión de la Emergencia del Volcán de la Palma (IX)
Peligros Volcánicos: Efectos para la Población
Flujos de Lava
Implican poco riesgo para las personas, salvo cuando en su recorrido afrontan cambios topográficos bruscos. Cuando las lavas se desplazan lentamente por las pendientes del volcán permiten evacuar el área afectada. Sin embargo, puede presentarse la muerte por quemaduras, inhalación de gases, intoxicación por ingestión de agua contaminada e incremento de las enfermedades respiratorias.
Explosiones (piedras o bombas volcánicas)
Pueden producir politraumatismos y quemaduras, inhalaciones de gases ardientes que generalmente son mortales.
En zonas próximas a la amenaza, los impactos pueden producir la muerte; además las altas temperaturas que llevan los fragmentos provocan incendios con las consiguientes quemaduras.
Pueden ocurrir laceraciones por el impacto de vidrios rotos, al estallar ventanales de edificaciones en su área de influencia.
Flujos piroclásticos
Estas corrientes son completamente letales, destruyen todo lo que se encuentra a su paso y es casi imposible sobrevivir a ellas. Quienes estén cerca de los bordes de la nube padecerán graves y extensas quemaduras en la piel y las vías respiratorias.
Los flujos piroclásticos también son capaces de generar incendios.
Ceniza volcánica
La ceniza volcánica representa un riesgo muy bajo. Puede tener un efecto mayor en aquellas personas que presentan afecciones de las vías respiratorias.
Efecto en los ojos: conjuntiva y córnea, la ceniza actúa como cuerpo extraño produciendo abrasiones, además del efecto irritante.
Efecto en la piel: básicamente por la acción irritativa que causa dermatitis.
Problemas gástricos en humanos.
Otros problemas, tales como aumento de accidentes de circulación por baja visibilidad y porque la lluvia vuelve resbaladizas las calles. Politraumatismos por caída de los techos al tratar de limpiarlos. Pérdidas económicas por daños de cultivos. Dificultades en el abastecimiento por aislamiento. Pérdida de animales por contaminación de las aguas.
Si su contenido es alto en flúor contaminan los pastos para los animales, los cultivos agrícolas y las fuentes de agua.
Gases volcánicos
La acumulación de gases asfixiantes (CO2) en concentraciones letales es más probable en las pendientes de un volcán, dentro de un cráter o cerca de una fisura; mientras que los gases irritantes (H2S) pueden ejercer sus efectos a menor concentración en muchos kilómetros a la redonda del volcán.
En concentraciones elevadas, el ácido sulfhídrico no se puede detectar pues ocasiona la parálisis del nervio olfativo.
Sin embargo, esto no puede considerarse una preocupación de salud pública generalizada para la totalidad de la población en riesgo, pues la amenaza está relacionada directamente con la ubicación y condiciones geomorfológicas propias de la zona y la exposición de la persona a ella.
La lluvia ácida de origen volcánico quema y mata la vegetación y, aunque no representa un riesgo directo para la salud de las personas, corroe tuberías y techos y contamina fuentes de agua en depósito al aire libre. Si el agua de lluvia para el consumo de la familia es recogida de los techos metálicos, debe examinarse para comprobar o no la presencia de fluoruros o metales tóxicos en exceso. Aunque es poco frecuente, existe la posibilidad concreta de que los productos químicos o la lluvia ácida contaminen algunas fuentes de agua.
Relámpagos
Aumentan la sensación de alarma entre la población.
Pueden ocurrir descargas en torres de comunicaciones y en transformadores de energía eléctrica. La afectación a la salud se produce en el caso de posibles incendios o impacto directo (politraumatismos, quemaduras).
Sismos
Debe prestarse especial consideración, no solo a las viviendas, sino a la posibilidad del colapso de puentes y deslizamientos sobre las vías, que podrían bloquear las rutas de evacuación y de acceso del personal de emergencia.
Tsunamis
La ocurrencia de un tsunami es improbable debido a la batimetría del archipiélago.