Gestión de la Emergencia del Volcán de la Palma (VIII)
Peligros Volcánicos
Flujos de Lava
Rocas líquidas expelidas desde la corona o flanco de un volcán en erupción. Dependiendo de la viscosidad y la pendiente del volcán pueden viajar más o menos rápidamente. El poder destructivo radica en la alta temperatura de la roca que incendia masa forestal y estructuras, así como en el tamaño y masa del flujo, que puede aplastar todo a su paso.
Explosiones (piedras o bombas volcánicas)
Liberación de fragmentos de roca y lava conducidos por gas. Estas explosiones pueden arrojar grandes bloques de piedra a varios kilómetros del cono volcánico (ráfagas, proyectiles). El poder devastador de las explosiones reside en los vientos de alta velocidad dentro de la nube, y en las altísimas temperaturas del gas. Las explosiones son capaces de destruir amplias extensiones alrededor (Km.) del volcán.
Flujos piroclásticos
Son masas densas de gas y fragmentos diminutos de lava que fluyen ladera abajo de los volcanes, a velocidades de 50 a 200 km/h. Se inician a altas temperaturas (600-900oC).
El fenómeno de flujos piroclásticos se describe como nubes ardientes o flujos de ceniza.
Ceniza volcánica
Cualquier material de grano fino que tenga menos de 2 milímetros de diámetro. La ceniza volcánica es roca que ha sido explotada y despedazada por el vapor dentro del volcán.
El viento es un factor importante que dispersa las cenizas de acuerdo con su dirección y velocidad.
Precipitaciones de ceniza mayores a 2,5 cm de espesor pueden ocasionan el colapso de techos en edificaciones estructuralmente vulnerables (o por aumento de su densidad al mezclarse con agua).
Gases volcánicos
Son liberados en y alrededor de los volcanes antes, durante y muchos años después de una erupción volcánica. Los gases más abundantes arrojados por los volcanes son el vapor de agua y anhídrido carbónico (CO2) que no son directamente venenosos. Sin embargo, la mayoría de los gases volcánicos menos abundantes no son respirables, como el dióxido de azufre (SO2) y trióxido de azufre (SO3), que combinados con el agua forman ácido sulfúrico (H2SO4), ácido clorhídrico (HCl); monóxido de carbono (CO), ácido fluorhídrico (HF), hidrógeno (H), helio (He) y radón (Rn), entre otros, denominándose lluvia ácida.
Estos gases son liberados durante las erupciones, pero también pasan a través del subsuelo hacia la superficie, provenientes de las masas de lava que se hallan en el interior del volcán.
Relámpagos
Intensos relámpagos frecuentemente acompañan a las nubes de ceniza.
Sismos
El inicio de una erupción explosiva puede ser precedido por sismos que también acompañan a la erupción e incluso persisten después del proceso eruptivo. Sus magnitudes pueden ser suficientes para colapsar estructuras y causar daños.
Tsunamis
Son olas marinas de más de 5 metros, producidas por erupciones violentas, deslizamientos costeros y terremotos submarinos.